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La relación de la política y las mujeres

Se define como política al conjunto de decisiones y medidas derivadas de la interacción de los seres humanos, cuyo principal objetivo es organizar una sociedad, de tal manera que se puedan mediar las diferencias de intereses a través de la correcta ejecución del poder.

Es importante mencionar que, en México, la mujer emitió por primera vez su voto el 3 de julio de 1955, hace 66 años, fecha en que se eligió a los diputados de la XLIII legislatura durante la presidencia de Adolfo Tomás Ruiz Cortines. Sin embargo, México, aún tiene una larga lista exclusiva de presidentes masculinos.

Sirimavo Barandanaike fue la primera ministra de Ceilán, tras su llegada al poder en 1960, lo cual indica que el primer país en albergar a la primera jefatura de Estado femenina fue Sri Lanka, un país situado en el Océano Índico. Por su parte, la primera mujer electa al cargo de la presidencia en el continente americano fue Violeta Barrios Torres, quien ganó las elecciones generales de Nicaragua. Del mismo modo, Argentina albergó en 1974 a María Estela Martínez de Perón como la primera presidenta de la Nación Argentina. Bolivia escogió a Lydia Gueiler en 1978, Panamá a Mireya Elisa Moscoso Rodriguez en 1999, Chile a Michelle Bachelet Jeria en 2006, entre otros países en los que hubo acontecimientos similares.

La Organización de las Naciones Unidas declaró el 10 marzo del año en curso, 2021, que sólo el 6% de los países cuentan con una mujer como jefe de Estado y apenas un 7% preside un Gobierno. De tal manera que, de los 193 países, sólo 22 mujeres ocupan una de esas dos funciones. Asimismo, se subraya que Nicaragua, el primer país en consolidar a una mujer a cargo de la presidencia, muestra la mayor representación parlamentaria femenina global.

La discriminación dirigida al sexo femenino, por el simple hecho de ser mujeres y creer que eso las convierte en seres incapaces de llegar lejos, es una de las principales causas de la baja participación de la mismas en aspectos políticos.

Karla Franco, diputada local del XIV distrito en Yucatán, comenta que es cuestión de una cultura sistemática, donde el principal problema es el “piso pegajoso” o mayormente conocido como “sticky floor”, el cual se refiere a la enorme cantidad de actividades y tareas domesticas a las que las mujeres siguen ocupándose sin importar si es por decisión propia o no.

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Diversos factores, ideologías y/o creencias apartan a la población femenina de la participación en aspectos políticos e institucionales como el “peso de la tradición o costumbre”, en la cual suele verse al hombre como el proveedor principal del hogar; “círculo excluyente, ideologías de género, patrones culturales, falta de confianza, comentarios, burlas hacia las mujeres empoderadas, falta de recursos financieros, etcétera”.

El Secretario General de la Unión, Martin Chungong, destacó su inconformidad con el desempeño y avance nulo de la participación de las mujeres en el ámbito político, pues a lo largo de un año este hecho aumentó apenas un 0.6 por ciento (de 21.3% a 21.9%).

Esta problemática mundial ha sido tratada y reconocida como un estancamiento global, conceptos que desencadenaron dos importantes medidas.

La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, trata de una comisión órganica dependiente directamente del Consejo Económico y Social, siendo el principal órgano intergubernamental mundial dedicado únicamente a la promoción de igualdad de género y al empoderamiento femenino, del mismo modo facilita la participación de los representantes de la sociedad civil.

El Foro Generación Igualdad 2021 lanzó un plan de acción de cinco años para lograr avances irreversibles hacia la igualdad de género. En éste se definen metas e inversiones ambiciosas para acelerar la igualdad, el liderazgo y las oportunidades para mujeres y niñas en todo el mundo, trabajo que culminará en el 2026. Esto a través de un Plan de Aceleración Global.

Finalmente, en México, pareciera cambiar la actitud socialmente sobre la relación entre la política con la mujer, pues, según estudios de la profesora-investigadora Anna María Fernández Poncela en la Universidad Autónoma Metropolitana, con el paso del tiempo y gracias al empoderamiento femenino, a la población mexicana le es cada vez más indiferente el sexo del candidato.

Por otra parte, con la representación del estudio #MujeresPolíticas realizado por la UNAM y por la Unidad Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación se dio a conocer una base de datos sobre la participación y representación política de las mujeres en México cuyo objetivo es construir e informar sobre a participación de las mujeres en la política y en cargos públicos. Este abarca a las mujeres candidatas, es decir, el número de postulaciones a nivel federal o local ya sea mediante una candidatura independiente o por un partido político. En la Ciudad de México, en el año 2015, se presentaron 883 candidatos en las cadidaturas estatales, de los cuales 438 fueron mujeres; esta misma base de datos señala la cantidad de mujeres electas, quienes ocuparon un cargo de elección popular, mujeres en cargos públicos quienes han ocupado una secretaría de Estado a nivel federal o local, mujeres en las normas, evolución en la modificación de las leyes y códigos nacionales y estatales, mujeres en órganos electorales, integración de los Consejos Generales de los Organismos Públicos Electorales (OPLE), mujeres en cargos directivos de partidos políticos, integración de los cargos directivos en los partidos políticos y, por último, el presupuesto para el liderazgo político de las mujeres, integración de los consejos generales de los organismos públicos electorales.

Con este proyecto, #MujeresPolíticas, se espera construir una base de datos para dar seguimiento y evaluar los avances en materia de género en la vida política, así como identificar y crear posibles medidas para quitar los obstáculos y barreras que dificultan y entorpecen la participación de las mujeres en la política en México.