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El feminismo y el desarrollo de la mujer en el México actual

Año con año, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía recopila información para actualizar sus bases sobre cuantas personas habitamos en México. Estas actualizaciones se van generando con base en el censo de población realizado cada 10 años y que, en gran medida, sirve para saber cómo está el país y hacia donde se dirige.

El año pasado el INEGI aportó entre sus múltiples cifras, que en México hay más de 127.6 millones de personas; entre ellas un número por encima del 51 % corresponde a las mujeres; conformando el otro 49 % los hombres mexicanos. A través de estas cifras podemos deducir que México es un país de tendencias feministas, una sociedad en la que el poder de las mujeres es notorio y cada vez más grande.

Esta ventaja poblacional de las mujeres sobre los hombres se ha venido replicando por varias décadas en nuestro país, sin embargo, la tendencia en cuestiones de igualdad de derechos han sido otras. En este caso, las mujeres han sufrido los estragos de una sociedad pensada y dominada por hombres, para hombres. Algunas de las principales problemáticas a las que se les han hecho frente son las siguientes:

  • 1. Brecha salarial desproporcionada: en nuestro país existe una diferencia de casi el 30 % entre las remuneraciones que reciben hombres y mujeres por las mismas actividades, siendo ellas, por supuesto, las afectadas.
  • 2. Acoso y hostigamiento sexual: nuestro país tiene una cifra alta de acoso y hostigamiento. México Evalúa, dio a conocer entre sus datos, que para el segundo semestre de 2020 cerca de 5 millones de mujeres habían sufrido algún tipo de violencia en este rubro. De ello se desprendió también que el 98 % de los casos no tienen una denuncia formal.
  • 3. Estereotipos de género: contrario a lo que se piensa, se siguen perpetuando signos de machismo en nuestras comunidades. Por ejemplo, en números del INEGI, las mujeres dedican aproximadamente 43.5 horas a la semana a las labores del hogar, mientras que los hombres apenas se acercan a las 16 horas. Esto se traduce en que las mujeres dedicarían 3 horas de trabajo de hogar por cada hora dedicada por los hombres.

El conocimiento y el acceso a la información tal como sucede hoy en día, ha permitido que más mujeres se sumen a los ideales del cambio por una sociedad de mejores y mayores oportunidades. Derivado de ello, se han incrementado los movimientos, así como las ideas en pro de una sociedad más equitativa, en las que las mujeres tengan la participación, así como los derechos que dicta nuestra Constitución.

Un claro ejemplo de estos movimientos es el feminista, el cual ha adquirido especial relevancia en los últimos años pues a él se le han sumado mujeres de todo el país; pero además ha generado polémica tomándolo incluso por radical, en palabras de algunos. El movimiento feminista hizo su primera parición en México como un grupo más sólido en el año de 1916 en su primer congreso nacional, el cual tuvo como sede el estado de Yucatán. En aquellos años, el colectivo se movía en dos ejes: el de la búsqueda de garantías para las mujeres trabajadoras, así como los derechos de las campesinas y el del sufragio femenino, resaltando la importancia de las mujeres en la vida política, así como su capacidad para votar y/o ser votadas.

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Posteriormente, la visión del feminismo se viró hacia la búsqueda de la libertad sexual, del uso de preservativos, el acceso a sistemas de salud dignos para la mujer, así como la posibilidad de elegir ser o no ser madres a través de la plani£cación familiar. En un segundo momento, se luchó también por los derechos de las trabajadoras domésticas, así como la reducción de la brecha salarial y el derecho de las mujeres a un desarrollo académico y laboral pleno.

En la actualidad el desarrollo de la mujer en el terreno del feminismo tiene otros tintes. Si bien la lucha por una sociedad más equitativa y de derecho sigue siendo la misma, el objetivo del movimiento es distinto a los que se han planteado anteriormente:

  • 1. Reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres trans.
  • 2. Reducción de la brecha salarial, los techos de cristal y la inclusión de las mujeres en órganos y puestos de poder.
  • 3. Deconstrucción del feminismo y lucha en contra de los estereotipos de género (incluso dentro del movimiento).
  • 4. Búsqueda de garantías en contra del feminicidio y la violencia en contra de las mujeres.
  • 5. Reconocimiento al género y la identidad sexual, así como la inclusión y respeto de estos en el núcleo social.

El feminismo y el desarrollo de las mujeres en el panorama actual de nuestro México nos invitan a la re¥exión sobre el camino que debemos seguir en aras de alcanzar sociedades de mayor igualdad y mejores condiciones de derechos. Es importante reconocer que incluso hoy por hoy se está luchando no porque se respeten los derechos de las mujeres, sino porque se les reconozcan. Es obvio que, partiendo de esta premisa, queda un camino largo por recorrer.

Gobierno y sociedad han dado grandes pasos en favor de garantizar los derechos de las mujeres en el territorio nacional. Ejemplo de ello han sido las legislaciones en paridad de género, mismas que se hicieron a la Constitución y que garantizan que, en lo que respecta a las Cámaras de Diputados o Senadores, el gabinete de nuestro presidente o diversas instancias de gobierno, deberán ser las mujeres el 50 % de las participes. Con medidas como estas, lo que se busca es crear un contrapeso al poder del hombre, además de generar una visión con mayor inclusión sobre los temas y soluciones a nuestras problemáticas como sociedad.

Como segundo ejemplo importante encontramos la llamada “Ley Olimpia”, que fuera llamada así a raíz del precedente de Olimpia Coral, mujer que sufriera de acoso cibernético por la difusión de un video íntimo. Ésta, publicada recientemente, busca reducir la cantidad de crimines de ciber acoso, la violencia sexual a través de internet y castigar a todo aquel que sea participe de la misma sea en su difusión o creación. Sin duda un avance importante en materia de legislación del internet, sobre todo, en derechos humanos. La ley Olimpia vino a cambiar la protección no sólo de las mujeres, sino que ampara a cualquiera que sea víctima de una situación como ésta.

México tendrá que seguir trabajando para garantizar que sus mujeres se desarrollen bajo la protección de un gobierno capaz de darles la seguridad y los derechos que marca la ley.