Inclusión de la mujer en la política actual
Las mujeres se han hecho siempre presentes en la toma de decisiones políticas, el inicio de movimientos para el cambio social, la transformación de nuestra cultura y la formación de nuestro tejido como comunidades democráticas. Sin embargo, el reconocimiento a esta posición es relativamente nuevo, es hasta ahora que las mujeres están comenzando a vivir el auge de una vida en libertad, del poder real de expresión y de la capacidad de participación en la vida política.
Gracias a los datos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a través de su censo de población para el año 2020, conocemos que en México habitamos un total de 126 millones de personas; de las cuales 65 millones son mujeres y 61 millones son hombres. Esto nos deja claro que las tendencias tendrían que ser en su mayoría, dictadas por ellas. Componiendo más del 50 % de la sociedad en nuestro país, es el sexo femenino quien más poder tienen en el planteamiento, desarrollo y manejo de las decisiones políticas.
La pregunta es innegable; surge además a raíz de los cambios que vemos en la sociedad, los cuales nos han hecho replantearnos la forma en que vivimos, ¿realmente ejercen las mujeres el poder político que tienen en sus manos? Mucho se puede debatir al respecto, pero no cabe duda de que se han puesto en marcha cambios necesarios para que ese poder sea ejercido.
Como parte de los requisitos establecidos por el Instituto Nacional Electoral a los partidos políticos, estos deben cumplir con una cuota de “paridad” en las candidaturas que postulan durante los periodos electorales para ocupar algún cargo público. Esta cuota está pensada como el 50 % de las candidaturas o precandidaturas a ¢n de crear un balance e incentivar a las mujeres a la vida política de sus comunidades. El fundamento del INE para requerir esto a los partidos se encuentra en nuestra Constitución, la cual a través de diversas reformas a sus artículos hace hincapié en el principio de paridad; siendo publicadas y presentadas como tal en el año 2014.
Como resultado del cambio en la perspectiva social, así como los mandatos de nuestra Constitución para que las mujeres sean tomadas en cuenta en la vida democrática de sus comunidades, así como en la toma de decisiones en los diversos mandos de gobierno, en sus diferentes niveles, vemos cifras que nos acercan a panoramas mucho más equitativos. De acuerdo con la nota: “¿Qué es la paridad y violencia política de género? Estas acciones van contra la ley” publicada en marzo del 2021 por MILENIO, 48.2 % de la Cámara de Diputados estaba compuesta por mujeres, mientras que en el Senado de la República 49.2 % de ellos eran legisladoras. A nivel federal las condiciones son muy similares, hasta el mes pasado el gabinete del presidente de la república estaba compuesto por un total de 9 mujeres y 9 hombres, siendo Olga Sánchez Cordero un claro ejemplo de la modernidad, así como de la necesidad de un gobierno con mayor perspectiva de género. La ahora ex secretaria de gobierno fue la primera mujer en ocupar el cargo en la historia de nuestro país.
Con lo que respecta a los partidos políticos, estos se encuentran supervisados por el antes mencionado INE. A través de los lineamientos establecidos por él, los partidos deben promover la participación de las mujeres a través de actividades políticas. Además, están obligados a gastar parte de su presupuesto en la realización de capacitaciones, cursos, talleres, y diversos materiales de divulgación que promuevan el empoderamiento, además del involucramiento de la mujer en la vida política del país.
Acto seguido, fruto también del impulso del INE a respetar las conductas de paridad y el interés de los partidos por tener ¢las más diversas, en las elecciones celebradas en el año 2021 vimos cifras que resultan ser positivas en la materia; de ellas se entiende que el camino hacia un México más equitativo, con oportunidades más parejas para todos, es posible.
“La proporción de mujeres en la toma de decisiones económicas y políticas de México ha superado barreras estructurales, como ideológicas, una lucha, que aunque ha mostrado resultados a cuentagotas, las elecciones del próximo 6 de junio reflejarán esta evolución.”
El presente año tuvimos la oportunidad de elegir entre diversos partidos, alianzas y candidatos independientes, a quienes nos representarían para un total de 21,000 cargos de elección popular. Múltiples medios, incluso el presidente del INE, Lorenzo Córdova, estuvieron de acuerdo en que por la magnitud de cargos y la cantidad de gente que estaba proyectada a votar, estas serían las elecciones más grandes de nuestra historia como democracia. Algunos de los cargos disputados fueron: gobernaturas en 15 estados, 300 diputaciones federales por mayoría relativa, 30 congresos a nivel local, así como las alcaldías correspondientes en 30 estados de la República Mexicana. Si lo ponemos en perspectiva, de los anteriores 21,000 puestos a elegir son 10,500 para las mujeres, un avance igual de histórico que la elección.
Hoy por hoy, estamos frente a un México que se siente más cerca de sus mujeres, cabe destacar que, aunque se trabaja duro por garantizar el bienestar de todos, aún queda una brecha grande por reducir entre las ventajas que tienen los hombres por sobre las mujeres. Iniciar con las gestiones para que el cambio se de desde arriba, desde quienes nos representan, es el primer paso para el desarrollo de comunidades más justas y de mejores condiciones.